DESCUBIERTAS DOS NUEVAS ESPECIES

Taraxacum decastroi y Taraxacum lacianense

Cuando parecía que toda la rica biodiversidad de este país ya estaba descubierta y catalogada, se publica a mediados de febrero 2011 en el Annales Botanici Fennici el cuidadoso estudio dirgido por Antonio Galán de Mera,  investigador en el departamento de Biología (Botánica) de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid la aparición de dos nuevas especies taraxacum (diente de león).

La primera variedad decastroi crece entre los abetos pirenáicos y la segunda variedad lacianense lo hace a su vez en los fértiles suelos mullidos por las hojas de abedul de los montes de León.

Dos reflexiones destacan en este descubrimiento:

La primera.  Todavía queda mucho por descubrir y aprender cuando ahora en este moderno siglo XXI nos damos cuenta de que solo sabemos que no sabemos nada.
Nuestro sorprendente cerebro no fue diseñado para durar 80 o 90 años, sino mucho más tiempo, eternamente. Capacidad inagotable sin fecha de caducidad. Millones de electroestímulos que en décimas de segundos generan los impulsos necesarios para controlar nuestras acciones y decisiones sin que ninguna de ellas sea casual.

La segunda.  Cada año se destruyen abundantes seres vivos en matanzas y abusos indiscriminados que están provocando su extinción, en cambio algunas veces los estudiosos descubren algo que no sabían. Cuando un científico fallece, sus alumnos prosiguen con sus estudios y lo perfeccionan, solo este pequeño incidente -la muerte- es capaz de interrumpir la capacidad de un ser humano por seguir descubriendo cosas "nuevas" en nuestro rico e inagotable ecosistema. ´¿Cuántas veces necesitaríamos vivir nuestras propias vidas para seguir aprendiendo y encontrando fascinantes formas de vida que no sabíamos que existían? Probablemente necesitaríamos vivir indefinidamente.

El sabio rey Salomón escribió hace más de tres mil años:

“Ha puesto en el corazón de ellos el anhelo por la eternidad; [...] el género humano no puede entender la obra que ha hecho Dios, desde su principio hasta su fin”

Eclesiastés 3:11 (Versión Moderna)

Quizá tendremos que volver a releer en la Biblia para encontrar respuestas.