jueves, 21 de abril de 2011

CONSULTA DE ANTHONY

Consulta de Anthony Courtial


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Martes 05/04/2011

Hola Julian,

Gracias por el link.



I’ve visited the blog and found it interesting. I have bamboos & a lemon tree to rescue at home. Could you please help me?

I’ve taken pictures and samples (leaves) if needed.

Many thanks in advance & regards,

Anthony

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Jueves 07/04/2011

Hola Julian,

Muchas gracias por la ayuda con el bamboo y el limonero.

Aquí están las fotos del bamboo y el limonero. Si tu crees que yo necesito de comprar otras cosas que le haría falta para salvar los dos, por favor dime.

Muchas gracias y hasta luego Julian.

Un saludo,

Anthony



Respuesta:



El Bambú es una planta perenne que al igual que otras especies que crecen en las laderas de los ríos, como los Juncos, Papiros y Cañizales, precisan mucha humedad, lo cual favorece la elasticidad de sus cañas y el verde de sus hojas.

Recientemente algunos científicos etnobotánicos han analizado el ADN del bambú llegando ha clasificar hasta más de 1200 tipologías diferentes.

En países más tropicales que el nuestro, el bambú tiene miles de utilidades que van desde la construcción de andamios hasta las agujas de acupuntura, abono vegetal o instrumentos musicales.

En cuanto a los cuidados de la planta, además del agua abundante y frecuente, sobre todo cuando se encuentra en maceta y depende de nuestra mano, también es conveniente administrar un abono o nutriente orgánico-químico rico en hierro y potasio cada 20 días durante los meses de abril hasta septiembre.

El aire y la proximidad de las paredes de una terraza a pleno sol pueden resecar las hojas. El cristal de una ventana puede también provocar el efecto lupa y concentrar los rayos de sol hasta quemar literalmente sus hojas. El Bambú precisa de cinco a siete horas de luz directa cada día como mínimo, su raíces ocupan mucho espacio y una maceta puede quedarse pequeña enseguida sin que nosotros lo advirtamos. Cuidado con el encharcamiento de las raíces que acelerarían su pudrimiento, asegurémonos de que el drenaje funciona y el agua excedente no se queda en el fondo.

En las imágenes que me enviaste se observan muchas hojas secas, te aconsejaría que eliminaras toda la materia vegetal muerta y que le añadas al agua de riego un corrector de clorosis férrica aplicándolo cada 25 días hasta finales de agosto.



Ver. ETNOBOTÁNICA.


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Limonero



Aunque en las fotografías se pueden apreciar hojas con muy mal aspecto, en general, la planta está sana. Como en el caso del bambú también deberías aumentar los riegos, siendo estos más frecuentes y abundantes. Añádeles un abono rico en hierro (verde de las hojas) y potasio (color de flores y frutos).

Es evidente que en el anverso de las hojas, la planta ha sufrido el florecimiento de ciertos hongos de comportamiento similar al mildiu y la negrilla, si no quieres gastar mucho dinero en productos químicos y evitar la toxicidad de los frutos, prueba a eliminar las hojas más dañadas y a limpiar las otras con un trapito o esponja humedecida en agua jabonosa.

Nunca riegues las plantas en las horas de sol ni mojes sus hojas pulverizándolas para evitar la proliferación de los hongos y la quemadura por los rayos ultravioleta.

Si la tierra está mullida en lugar de árida, aumentas los riegos, abonos y precauciones, seguro que los resultados se apreciarán pronto.

REVOLUCIÓN VERDE



¿HA LLEGADO LA HORA DEL … VERDE?



“Nuestra capacidad para destruir el medioambiente avanza a más velocidad que nuestra sabiduría en el uso de ese poder”

Stephen Hawking

Tras el Tsunami que asoló Japón el 11 de marzo, muchos piensan que ha llegado el momento de una Nueva Revolución.
Una revolución basada en el trabajo de miles de hombres y mujeres que dedican su vida a la investigación, implicados en ayudarnos a todos nosotros a mejorar nuestra relación con el entorno natural mediante la ciencia y las nuevas tecnologías.

Lo dijo Noah Settle. “El auténtico amante de la naturaleza no es aquel que piensa que el mundo es una herencia de sus padres, sino quien cree que es un préstamo de sus hijos”.

El nº 188 mayo 2011 de la revista QUO presenta 36 proyectos ecoenergéticos, innovadores y realistas para defender el planeta.
2,95€ en los kioscos, pero vale la pena echarle un vistazo a su DOSIER: Hazlo Verde en el que se muestran las ideas más influyentes del momento.
También le acompaña la revista deviajes. Este més nos invitan a CROACIA, Paz interior.
En la página 104 hay una columna breve sobre una iniciatica ecológica muy interesante. Dado que nos encontramos en el Año internacional de los Bosques, la asociación agroturista CERES ECOTUR especializada en turismo rural promueve el proyecto: Crea un Bosque. La campaña consiste en plantar un arbol de especie autóctona en diversos lugares de España, también se puede utilizar un emulador virtual descargando un GIF en:
http://www.creaunbosque.es/


”Crea

Otros enlaces:

http://www.quo.es/

http://www.ceres.as/v_portal/apartados/portada.asp

martes, 19 de abril de 2011

DESCUBIERTAS DOS NUEVAS ESPECIES



Taraxacum decastroi y Taraxacum lacianense

Cuando parecía que toda la rica biodiversidad de este país ya estaba descubierta y catalogada, se publica a mediados de febrero 2011 en el Annales Botanici Fennici el cuidadoso estudio dirgido por Antonio Galán de Mera,  investigador en el departamento de Biología (Botánica) de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid la aparición de dos nuevas especies taraxacum (diente de león).
La primera variedad decastroi crece entre los abetos pirenáicos y la segunda variedad lacianense lo hace a su vez en los fértiles suelos mullidos por las hojas de abedul de los montes de León.
Dos reflexiones destacan en este descubrimiento:

La primera.  Todavía queda mucho por descubrir y aprender cuando ahora en este moderno siglo XXI nos damos cuenta de que solo sabemos que no sabemos nada.
Nuestro sorprendente cerebro no fue diseñado para durar 80 o 90 años, sino mucho más tiempo, eternamente. Capacidad inagotable sin fecha de caducidad. Millones de electroestímulos que en décimas de segundos generan los impulsos necesarios para controlar nuestras acciones y decisiones sin que ninguna de ellas sea casual.
La segunda.  Cada año se destruyen abundantes seres vivos en matanzas y abusos indiscriminados que están provocando su extinción, en cambio algunas veces los estudiosos descubren algo que no sabían. Cuando un científico fallece, sus alumnos prosiguen con sus estudios y lo perfeccionan, solo este pequeño incidente -la muerte- es capaz de interrumpir la capacidad de un ser humano por seguir descubriendo cosas "nuevas" en nuestro rico e inagotable ecosistema. ´¿Cuántas veces necesitaríamos vivir nuestras propias vidas para seguir aprendiendo y encontrando fascinantes formas de vida que no sabíamos que existían? Probablemente necesitaríamos vivir indefinidamente.

El sabio rey Salomón escribió hace más de tres mil años:
“Ha puesto en el corazón de ellos el anhelo por la eternidad; [...] el género humano no puede entender la obra que ha hecho Dios, desde su principio hasta su fin”
Eclesiastés 3:11 (Versión Moderna)

Quizá tendremos que volver a releer en la Biblia para encontrar respuestas.


lunes, 4 de abril de 2011

TÓPICOS UTÓPICOS




Siempre llueve cuando no llevo el paraguas, es como si las nubes me estuviesen esperando escondidas, acechándome. Lo más singular de todo esto es que mientras pienso que la culpa es de las nubes, lo cierto es que yo no empleo nunca ni medio minuto en averiguar si hoy necesitaré el paraguas.

En jardinería, podemos afirmar que las plantas no se “nos” mueren para fastidiarnos o porque nos tienen manía, es sencillamente que no nos tomamos el medio minuto necesario para saber lo que necesitaban.

Una compañera de trabajo confesó:

“A mi madre nunca se le mueren las plantas, en cambio a mí, parece que ya agonizan desde el primer momento en la tienda”
¡Las madres!; no olvidemos que son grandes cuidadoras y el resultado más evidente de ello somos nosotros. Ellas pertenecen a otra época o entorno cultural, uno en que las cotas de producción, los gráficos de ventas y el marketing no eran tan necesarios.

Solo hacían falta tres cosas:

• Tiempo

• Paciencia

• Motivación

¿Por qué decimos que no tenemos tiempo si desde siempre, los días han durado 24 horas? Está claro que todo depende de en qué empleamos todas esas horas con sus 1.440 minutos.

Hubo una época en que había tanto tiempo libre –aún no se habían inventado los Reality show ni la Play Station- que se popularizaron unas libretas de ejercicios llamadas Pasatiempos, en sus páginas se podían encontrar crucigramas, sopas de letras, marcar las diferencias..., seguro que las recordamos. Ahora bien, ¿cómo puede ser que antes se tuviera tanto tiempo libre si tomamos en cuenta que la mayoría de la gente practicaba pluriempleo y las jornadas laborales superaban con creces las ocho horas?

La respuesta se resume en una sola palabra: SIMPLIFICACIÓN.

Para simplificar algo necesitamos desnudarlo de todos sus lastres y abalorios innecesarios, no nos imaginamos a un corredor de velocidad cargado con una mochila o ropa de invierno. Dicen que hasta el pelo corporal hace que se pierdan valiosos segundos para entrar a tiempo en la meta. Con esto no estamos diciendo que tengamos que rasurarnos todo el cuerpo, pero si que necesitamos aprender la lección de simplificar. No siempre más es mejor, debemos ser muy selectivos. Escoger menos cosas que hacer, pero que sean de entre aquellas que nos hagan sentir dichosos o plenos, que enriquezcan nuestra mente, nuestra creatividad o que fomenten los valores universales que nos vinculan con otras personas.

Todo esto lleva tiempo y exigirá de nosotros paciencia. Una semilla plantada hoy no crecerá hasta alcanzar su máximo esplendor como planta hasta que llegue su debido momento. Los resultados pueden parecer lentos, pero luego son también duraderos, no hay nada más que dar un vistazo a algunos árboles cuyas edades superan los 2.000 años.

Mientras tanto, mientra cultivamos un ser vivo y vegetal, también cultivaremos motivación. Es posible que no haya nada tan gratificante como tener un hijo, y algunos lo agrupan entre otras cosas tan importantes como escribir un libro o plantar un árbol.

De las tres opciones, la única que no falla, la que tiene más posibilidades es plantar el árbol. ¿Te imaginas que después de muchas generaciones alguien diga de ti, este árbol lo plantó mi bisabuelo? Sería un niño que sin conocerte admiraría lo que hiciste hace varios siglos.

Por lo tanto: antes de salir de casa, comprueba que no necesitas el paraguas, antes de adquirir una planta simplifica tu tiempo para cuidarla como ella se merece, no te arrepentirás.

Geranios

Casa de Louis Van Gaal copia/
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